La Asociación de
Vecinos El Candil, que opera en la zona del casco histórico de la ciudad,
pretende fomentar la implicación y participación de los vecinos. Con esta
aspiración organizó en el Día de Andalucía una nueva jornada de convivencia
en el Palacio de los Niños de Don Gome. A este evento acudieron
varios colectivos sociales y miembros de la Corporación Municipal,
Las primeras
actividades de la jornada se iniciaron con los talleres de cuentacuentos y
dibujos dirigidos a los más pequeños. Tres monitoras coordinaron los
talleres y los chavales participantes recibieron un obsequio. Este
colectivo hizo un homenaje a Juanele, 'el tío del tambor', por la entrega
de los clásicos piticos de barro que hace todos los años a miembros de la
asociación. También hubo una distinción a los vecinos del barrio que
colaboran con la asociación y para la directiva de la peña El Barça, que
les cede sus locales de la calle Princípe. Hubo una degustación de canto
iliturgitano, que precedió a la paella que degustaron unas 200 personas.
Esta jornada también
posee sus tintes reivindicativos, porque el presidente de la Asociación de
Vecinos El Candil, Francisco Arco, vuelve a reclamar la sede que vienen
demandando desde hace años y que cuenta con la aprobación del pleno de la
Corporación. «Es el gran caballo de batalla que se nos resiste desde las
administraciones», asevera Arco.
Molestias
El máximo dirigente de
este colectivo sostiene que los vecinos del casco antiguo (declarado en el
año 2007 por la Junta Conjunto-Histórico Artístico) están muy molestos en
los últimos meses porque con la celebración de eventos importantes en la
ciudad las zonas adyecentes al centro se convierten en los urinarios de
la ciudad. «Esto es una auténtica vergüenza, porque niños y mayores
se aprovechan de que esta zona está a oscuras para miccionar y
defecar», deplora el presidente del Candil, quien apunta que la gente
suele hacer destrozos en las puertas, como dice sucedió en el Carnaval. «Las
calles estaban llenas de vómitos y de orines a partir de la una de la
mañana, y a ninguna autoridad se les ocurrió llamar la atención a los
jóvenes que protagonizaron estos hechos», recalca.
Alumbrado pésimo
Francisco Arco tilda
de pésimo el alumbrado del casco histórico, «pasan meses para reponer una
bombilla y eso que se alardea de la mejora del alumbrado en muchos puntos
de la ciudad», afirma Arco, quien constata que la falta de luz ocasiona
una falta de seguridad entre los vecinos de la zona. Además. el presidente
pide que se mejore la limpieza en la zona, porque entiende que es regular.
Varios vecinos incluso le han planteado la posibilidad de la puesta en
marcha de una recogida de firmas, pero el presidente prefiere abordar
estos asuntos con el Ayuntamiento y plantearlos desde el diálogo.